Metástasis es una serie que representó un verdadero hito en la televisión colombiana, no solamente por la calidad de la producción, sino por la extraordinaria estructura narrativa de la historia. Fue también la oportunidad para que Diego Trujillo, protagonista de la serie, explorara a fondo un personaje complejo y conmovedoramente humano.
Se le dio el nombre de Metástasis a la versión en español de la exitosa serie estadounidense Breaking Bad. El guión y la realización fueron meticulosamente fieles a la serie original. Sin embargo, tuvieron el buen tino de darle sutiles pinceladas a los diálogos y personajes para que respondieran mejor a las expectativas de la audiencia latina.
La serie fue producida por Teleset y Sony Pictures Televisión para UniMas y Caracol Televisión. Tuvo un elenco de lujo, encabezado por Diego Trujillo, quien hizo el papel de Walter Blanco, y por Roberto Urbina, que encarnó a José Manuel Rosas. Los acompañaron grandes actores colombianos como Julián Arango y Sandra Reyes.
Es difícil definir un género exacto para clasificar a Metástasis. Es, indudablemente, un drama que muestra los aspectos más recónditos del ser humano. Pero, al mismo tiempo, involucra situaciones muy divertidas, que claramente podrían definirse como de humor negro. También es una serie de acción y, por qué no, filosófica. En realidad, tiene un poco de todo y eso es quizás lo que explica el éxito que ha conseguido en todo el continente.
Walter Blanco y Diego Trujillo
El personaje de Walter Blanco es uno de los más exigentes que ha interpretado Diego Trujillo. Se trata de un hombre habitado por las contradicciones, que se involucra en situaciones poco comunes y debe hacer frente al mundo de la delincuencia, sin tener idea de cómo hacerlo. Por eso se mueve entre la genialidad y el absurdo, la cobardía y la temeridad, la honradez y la falta de escrúpulos.
Un individuo como Walter Blanco es una prueba de fuego para cualquier actor. Por momentos se muestra como un apocado profesor, sin más ambición que la de pagar las cuentas a fin de mes y atender a su familia. A veces, en cambio, emerge un hombre invadido por la vanidad, que manipula a todos los que le rodean y pone su inteligencia al servicio de enrevesados planes para salirse con la suya.
Walter es un padre amoroso y un marido dedicado. También es un maestro que no renuncia a salvar a su ex alumno, José Manuel Rosas, de un destino marcado por la adicción a las drogas y la falta de proyectos a largo plazo. Al mismo tiempo, ese buen hombre logra transformarse en un delincuente insensible, que es capaz de engañar a todos a su alrededor y que en un momento dado se convierte en narcotraficante y asesino.
Todos esos matices, y el desenvolvimiento mismo de la historia, implican un alto grado de dificultad, en términos de actuación. Sin embargo, Diego Trujillo aceptó el reto y logró ir más allá de las expectativas. Walter Blanco se convirtió en un personaje creíble, al que los televidentes no saben si odiar o compadecer. Ese es, por supuesto, el mayor logro de todo actor: darle existencia real a un individuo de ficción que, sin embargo, nos recuerda lo más genuino de la condición humana.
Metástasis desarrolla una línea argumental impecable
Metástasis desarrolla una historia que pone de presente los dilemas éticos a los que se puede enfrentar cualquier ser humano. El protagonista, Walter Blanco, es un químico brillante que, pese a su genialidad, trabaja como profesor en una secundaria. Su hijo mayor padece parálisis cerebral y el salario apenas le alcanza para satisfacer las necesidades elementales de su hogar.
Walter se entera de que un nuevo hijo viene en camino, al mismo tiempo que es sorprendido con la noticia de que padece cáncer pulmonar. Por casualidad, su cuñado, el teniente Henry Navarro, lo lleva a un operativo policial contra expendedores de droga y allí reconoce entre los delincuentes a un antiguo alumno suyo: José Manuel Rosas.
A Walter Blanco se le ocurre entonces que puede ser una buena idea entrar en el mercado de las drogas, produciendo una que tiene gran demanda en el mercado: la metanfetamina. Con sus conocimientos de química y la ayuda de Rosas, que sabe bien cómo se mueve el mercado de estupefacientes, comienzan a producir la droga y a venderla.
Esta decisión los va llevando hacia un mundo rocambolesco, en donde abunda el dinero, pero también los peligros, las trampas y la violencia. Los dos personajes se ven envueltos en situaciones que desafían todos sus valores y la forma de vivir que conocen hasta el momento. Al final, los dos terminan absorbidos por ese mundo oscuro y decadente, al cual apostaron su suerte.